LA FALACIA DEL CRECIMIENTO SOSTENIBLE

Cada vez es mayor, el juego que se hace con el significado de las palabras, su utilización, su desgaste insensato de tal forma que se llega, a que exista una confusión de conceptos,en que nada tiene relación con la realidad.

  Uno de esos juegos de palabras se da cuando se habla de CRECIMIENTO SOSTENIBLE, como si ambos términos, fueran compatibles.

En las últimas décadas, hemos vivido un crecimiento importante del PIB en el mundo occidental, que ha llevado a unos niveles de vida desconocidos hasta el presente.

Ello, ya nos hacía suponer que el crecimiento económico era e iba a ser la panacea de todo y que se iba a mantener en el tiempo sin ningún tipo de duda.

Aquello de que el precio de la vivienda nunca baja,por ejemplo,  no hace mucho tiempo que era un paradigma económico asentado.

El crecimiento económico que hemos tenido ha sido, entre otras causas, por el consumo de materias primas, que hemos realizado, sin ningún tipo de control ni miramiento.

Hemos explotado los recursos de forma irracional generando una huella ecológica que está comenzando a traer consecuencias muy problemáticas en el funcionamiento de la biodiversidad.

Prácticamente todos estamos de acuerdo en que como se ha funcionado económicamente no se puede continuar.

Es preciso plantear otro sistema de producción de los bienes y servicios, que no sea tan agresivo con el medio ambiente y que permita un funcionamiento más acorde con la naturaleza.

El sistema basado en el consumo, que es el que ha permitido las tasas de crecimiento económico altas, es algo del pasado.

No solo por el problema de la crisis existente, sino porque debemos de plantearnos que no se puede continuar sangrando el planeta como se está haciendo.

Hace muchos años que se emplea el término de desarrollo, como diferenciador del de crecimiento por entender, que este no solo no es acertado sino que debe de plantearse su extinción de los conceptos económicos por el daño  que genera la actividad extractiva y el uso de las energías fósiles al medio ambiente, entre otros elementos.

A pesar de ello, los políticos hablan de que en cualquier momento volverá la economía a la senda del crecimiento económico, que el empleo volverá a crecer, que la economía volverá a girar y a funcionar.

Y nada está más lejos de la realidad.

Cuesta creer que volverán los años del crecimiento desenfrenado, no solo como consecuencia de la crisis existente, sino por el hecho de que es conveniente si queremos mantener un planeta habitable, que debemos de pensar en otro sistema productivo.

El sistema productivo que  hemos tenido se ha basado en el consumo.

Mayor consumo, mayor producción, mayor producción mayor consumo y así en teoría hasta el infinito.

Pero en este mundo nada es infinito, sólo de momento la energía del sol, el universo y la estupidez humana, como decía Einsteín.