La consultora Oliver Wyman ha
rebajado drásticamente en el examen definitivo a la banca su estimación de pérdidas por créditos
con suelo como garantía, especialmente el no urbano. Mientras que en julio
calculaba hasta un 100% de pérdidas, ahora cuenta con que estas serán solo del
56% en el escenario adverso y de menos aún, del 37%, en el escenario base,
supuestamente más previsible. Las pruebas a la banca concluyen que la mayor
parte del crédito promotor (incluido el ya moroso) no se convertirá en pérdidas
ni en el escenario base ni en el adverso.
Los activos tóxicos del ladrillo
son la gran preocupación de inversores y analistas internacionales sobre la
salud de la banca española. El examen de la consultora Oliver Wyman confirma
que serán la principal fuente de pérdidas, pero su cálculo queda muy lejos de
escenarios apocalípticos. Según sus pruebas, de una cartera de 227.000 millones
de crédito promotor, la banca tendría pérdidas de 64.900 millones (el 28,6%) en
el escenario base y de 97.100 millones (el 42,8%) en el escenario adverso, por
debajo de las cifras que calculó en julio antes de analizar con más detalle las
carteras de las entidades.
Las pérdidas esperadas para el
crédito promotor en el escenario adverso oscilan entre el 27,3% para los
créditos que tienen como garantía viviendas terminadas, lo que equivale a un
quebranto de 23.900 millones, y el 63,9% para los créditos que no cuentan con
garantía hipotecaria, lo que supone una pérdida del 63,9%.
La rebaja más drástica de las pérdidas se produce en el suelo no urbano. En julio, Oliver Wyman cifró la pérdida esperada para los créditos con suelo no urbano como garantía en el 90%-95% para el escenario base y en el 100% para el adverso.
La consultora parece reconocer
ahora su error de llegar a decir que los bancos podrían llegar a no recuperar
ni un solo euro de esa clase de crédito. Ahora, no solo admite que parte de los
créditos se pagarán, sino que además parece considerar que el suelo no urbano
tiene un valor considerable como garantía en relación con el valor de los
créditos, porque incluso en el caso de impago de los préstamos, las pérdidas
que calcula serían del 61% en el peor escenario.
La conclusión de Oliver Wyman es
que solo un 9% del crédito promotor financia bienes que superan el valor del
préstamo. En cambio, en un 45% de toda la exposición al ladrillo, esa relación
entre préstamo y valor del inmueble (loan to value, LTV) es inferior al 60%. La
firma que ha hecho el examen llega a la conclusión de que el LTV en España es
relativamente bajo comparado con otros países. la media con las últimas
tasaciones es del 62%, frente al 100% de Irlanda o el 80% de Estados Unidos.
Con la vista puesta en 2014, la media subirá al 85% o al 99%, dependiendo de
cuál sea el escenario. El problema es que hay una fuerte dispersión entre unas
entidades y otras, de modo que en algunas el LTV puede llegar a ser del 122%.
El informe desvela que entre las
pérdidas que se han computado para calcular las necesidades de capital de los
bancos están 5.500 millones procedentes de créditos que ni siquiera se han
concedido todavía (o que no se habían concedido a 31 de diciembre pasado, fecha
a la que va referida el examen). El análisis llega a la conclusión de que se
concederán esos créditos y que parte de los mismos provocarán pérdidas en el
futuro, así que hay que cubrirlas.
Para esta imbecilidad se han gastado un montón de millones de euros en una auditoria que no refleja la realidad y que vamos a ver dentro de unos meses como se nos acusa como en el caso griego de engañar a los socios europeos. Una pena