La actual crisis ha creado una situación impensable hace unos meses: que los paganos, los perjudicados reales de esta crisis son las familias solventes, que han adquirido su vivienda en estos años pasados cuando la valoración de las mismas estaba en lo más alto.
Por un lado, los promotores amigos de los Bancos y Cajas ya hace tiempo que se han salido del mercado dejando a la Banca los inmuebles sin vender.
Por otro, las familias o los compradores que no han podido o no pueden pagar las cuotas de las hipotecas y que no consiguen una renovación se ven abocados a la perdida de la vivienda, sea o no con dación o con deuda pendiente.
Pero las personas que por su poder adquisitivo no pueden dejar de pagar las cuotas de las hipotecas, por un lado ven como su propiedad cada vez vale menos en comparación con las de alrededor y a la par tienen que pagar cada vez más en relación con el valor de las viviendas próximas, iguales o similares ahora propiedad del Banco, sin que pueda dejar de pagar ni renegociar nada.
El absurdo llevado a su máxima consecuencia.
Estos propietarios se van a ver inmersos de los próximos años en una pérdida de poder adquisitivo importante, por un lado por tener que pagar más que el resto por su vivienda y por otro, porque todas las cargas y gravámenes van a repercutir sobre las viviendas y los sueldos que perciben.
Los propietarios privados de viviendas que han comprado y mantienen sus viviendas, son los otros perdedores de esta crisis y nadie se acuerda de ellos ni ofrece solución alguna.
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